CUANDO LLEGA
el mes de mayo comienzan los rosarios cantados a la Santa Cruz o
como mejor se conocen las Fiestas de Cruz. Estas fiestas llenan
de cantos las noches frente a los altares que en honor del santo
madero se erigen en iglesias, marquesinas, parques y plazas. Por
los aires se oye:
"Salve
Cruz santa y divina, donde Jesús expiró. Donde su
sangre vertió. Entre la zarza y la espina, entre la zarza
y la espina, expiró."
Esos cantos
se extienden hasta el mes de octubre -Mes del Rosario- para pagar
promesas y alabar a la madre del Cristo que murió en el
madero y era el redentor.
Las Fiestas
de Cruz son fiestas de arraigo popular que reflejan la tradición
católica de la adoración y alabanza de la Santa
Cruz y la celebración de la exaltación de la Cruz
que desde tiempos de Santa Elena es parte del santoral. En ellas
se le canta a la Cruz, se alaba el sacrificio de Cristo y se honra
a la Virgen Madre. Estas fiestas llegan a nuestros días
gracias al celo por recopilar los versos y la música de
aquellas fiestas que se hacían en Ponce a principios del
siglo XX. El maestro Augusto Cohen fue quien recogió las
melodías del "rosario cantao" característicos
de la zona del sur.
Estas fiestas
se originan en España y cuenta la tradición
que se empezaron a celebrar en Puerto Rico tras la Isla
haber sido sacudida por un terremoto el 3 de mayo de
1787. Ese día se hallaron los restos de una cruz
y los pobladores comenzaron a elevar plegarias y cantaron
para que Dios los librara de aquel terrible mal. Con
música se hicieron los rezos a la Santa Cruz.
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