Marilia encuentra
su verdadera vocación en el magisterio SANTA
ISABEL, P.R.-
"Me siento
como que he llegado al sitio donde tengo que estar".
Con una pasmosa serenidad a pocos minutos de conocer sus primeros
estudiantes, Marilia Villafañe observaba las paredes
de su salón laboratorio y sonreía. Ayer inició
su carrera como maestra de computadoras en una escuela superior,
no como novata acabada de salir de la universidad a los 23
años, sino con 36 años, un legado familiar de
dos abuelas...
Marilia
Villafañe exploró varios campos antes de convertirse
en maestra. Se gradúa en 1992 de la Universidad de
Puerto Rico, recinto de Ponce, con un bachillerato en administración
de empresas y concentración en mercado. De 1993 a 1996
trabaja como supervisora en una tienda González Padín
y como gerente en una tienda de accesorios. Una condición
de salud le obliga a dimitir. Comienza a trabajar como técnica
de uñas en un salón de belleza de su hermana
tras tomar cursos en estética y maquilla...
Artículo
completo apareció en El Nuevo Día del
martes, 15 de agosto de 2006